el kim

Una explosión humeante de pedrería gris ahumado, negro azabache y blanco brillante se reúne en grupos desordenados que se unen sin miedo a lo largo del cuello. Los bordes facetados de cada gema redonda, marquesa y en forma de lágrima dispersan la luz en todas direcciones, contrastando brillantemente el fondo de los marcos de bronce que las contienen. Sus monturas con puntas de bronce añaden un toque de determinación a la deslumbrante estructura, resaltando aún más sus características chisporroteantes. Cuenta con un cierre de broche ajustable.

Se vende como un collar individual. Incluye un par de pendientes a juego.